El pulido es de especial importancia para todos los materiales en la fabricación de joyas, ya que permite obtener la superficie lisa característica de cualquier joya. Esta estructura uniforme garantiza un tacto agradable de la joya y, en última instancia, es también un signo de calidad. Al pulir, el efecto de alisado se consigue de diferentes maneras y con diferentes herramientas. Por un lado, el pulido deforma la superficie del material procesado; los picos que hacen que la superficie sea rugosa se nivelan. Por otro lado, el pulido también provoca una eliminación mínima del material. De nuevo, otra posibilidad del pulido se percibe cuando se rellenan las depresiones del metal. Debido a la suavidad que el pulido crea en la superficie, el material brilla. Los agentes pulidores finos que se suelen utilizar para pulir son: Tiza para pulir, Torta roja para pulir, Pizarra para pulir, Óxido de cerio o Ceniza de estaño. A continuación, este agente pulidor se aplica a la superficie con un paño y se distribuye mediante movimientos giratorios. También se utilizan discos de cuero, fieltro y goma para pulir.
